sábado, 24 de octubre de 2009

Expediente Rozsa "topsecret" hasta la reelección




El supuesto caso de terrorismo alcanza contornos internacionales que a pesar de todo lo que digan los funcionarios gubernamentales, los tiene muy preocupados ya que se esta desdibujando la imagen idílica que se tenía del indígena que había llegado al gobierno para redimir a los oprimidos.

Más dudas. Las fotos de Andrade con Rózsa y autoridades nacionales han dado un giro al caso de terrorismo. El Gobierno no da explicaciones. (foto El Día)

Ya han pasado seis meses desde que Eduardo Rozsa, el irlandés Michael Dwyer y el rumano Arpad Magiarosi, fueron acribillados a mansalva en un hotel de Santa Cruz. Durante este tiempo el gobierno ha sido víctima de sus propias contradicciones y hasta el momento no ha podido comprobar la hipótesis de una conspiración para promover el secesionismo y mucho menos para asesinar al presidente Evo Morales, quien padece de recurrentes pesadillas de “magnicidio”.

Ahora los familiares de los fallecidos piden que un tribunal internacional se encargue de investigar los hechos y las propias legaciones de los países de los que eran originarios los presuntos terroristas están pidiendo transparencia en la investigación ya que las versiones proporcionadas por el gobierno boliviano y su acólito fiscal Soza, resultan poco convincentes.

Si bien Evo Morales, con la arrogancia desbordada por su paso por el gobierno ha declarado que esta dispuesto a someterse a cualquier tribunal, es poco probable que cumpla su palabra y sus asesores ya están preparando las justificaciones para argumentar que no quiso decir lo que dijo.

Los informes gubernamentales hablan de un cruento enfrentamiento en el hotel Las Américas de Santa Cruz, sin embargo el forense, los peritos internacionales y las fotografías muestran una realidad muy diferente: los tres europeos fueron sorprendidos e inmediatamente abatidos a tiros, uno de ellos por la espalda. Por cierto, el gobierno prefiere hacer la vista gorda ante estos informes y trae de los pelos el estribillo de la soberanía y del respeto a las “investigaciones” de los “expertos” bolivianos.

En toda esta oscura trama juega un rol importante Ignacio Villa Vargas, quien en sus primeras declaraciones implicó a líderes regionales y empresarios de Santa Cruz, pero luego afirmó que fue obligado a hacerlo mediante el chantaje y la tortura. Como era previsible, el gobierno prefiere quedarse con la primera versión, que naturalmente es la que se acomoda a sus intereses.

Toda versión que no se encaja dentro del libreto gubernamental es inmediatamente desechada y el fiscal Marcelo Soza solo da conocer partes convenientes del material que habría estado en la computadoras incautadas durante el violento operativo policial y resta veracidad a otros documentos conocidos por vías extraoficiales en los que se da cuenta que Rozsa habría tenido contactos con el propio vicepresidente Alvaro García y su hermano Raúl, y que habría sido la propia embajada de Venezuela la que pagó los pasajes aéreos con los que ingresaron al país Rosza y su grupo.

El gobierno hasta ahora no explica sobre el rol que jugó el capitán Walter Andrade, el jefe de la Utarc, la unidad que bajo el asesoramiento de extranjeros con acento caribeño ¿venezolano-cubano? realizó el operativo en el hotel Las Américas el 16 de abril pasado y que meses antes aparece en una fotografía junto a Eduardo Rozsa.

Dentro de todo este embrollo, el Ejecutivo se aferra con uñas y dientes a que la investigación, si así puede llamársela, continúe en La Paz donde tiene jueces y fiscales que le son funcionales ya que en cualquier otro lugar, la estantería se les caería con mucha facilidad y, es más, se podría poner al descubierto cual es el verdadero origen e intención de la conspiración, quienes la financiaron y promovieron, con lo que las aspiraciones electorales de Evo Morales quedarían seriamente dañadas.

Por este motivo existe una instrucción expresa emitida desde el palacio de Gobierno y que dispone guardar bajo siete llaves todos los antecedentes del caso para evitar cualquier filtración. Después del 6 de diciembre y si el MAS gana por la abrumadora mayoría que espera, lo que se pueda decir después importará muy poco, pues tendrán todo el poder para sepultar la verdad e inventar otra historia para la exportación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario