lunes, 19 de octubre de 2009

Nace comando insurgente de "terroristas bolivarianos"


Detrás de la cumbre de ALBA se camufla el apoyo a las FARC de Colombia y al MRTA de Perú para “tumbar” a los presidentes García y Uribe, considerados incordios al proyecto chavista.

La información oficial dice que la reunión de los presidentes de los países miembros de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) que se reunieron los días 16 y 17 en Cochabamba, tuvo el objetivo de debatir sobre diversos temas entre ellos la soberanía alimentaria, el tema de Honduras, las bases militares en Colombia, la situación del empleo, el cambio climático y la posible implantación de una moneda regional.
Paralelamente se realizó una “cumbre de movimientos sociales” la cual emitió un “mandato” dirigido a los presidentes asistentes al encuentro.
Hasta ahí todo muy inocente y no se sale de los marcos usuales establecidos para este tipo de encuentros, que dicho sea de paso se han hecho muy frecuentes en tanto que los resultados, son raquíticos.
Sin embargo, esta reunión tuvo un trasfondo muy oscuro que responde al interés del presidente venezolano, Hugo Chávez de desestabilizar a los actuales gobiernos de Perú y Colombia que no se adscriben a su proyecto y, por el contrario, lo critican.
Como se sabe, en este tipo de encuentros existen documentos que son hechos públicos y que con frecuencia no son más que generalidades con la inclusión de frases circunstanciales o la repetición de lugares comunes. Lo importante es indagar sobre lo que no se muestra, lo que ha sido reservado y excluido deliberadamente de las declaraciones oficiales.

En la “cumbre social” participaron desde el individuo de pelo largo con pinta de rockero; las “madres de Plaza de Mayo”, del tradicional pañuelo blanco, y los “indígenas” de varios países.*
Entre las “recomendaciones” emitidas por las “organizaciones sociales” que acompañaron a los presidentes de sus respectivos países se cuenta el brindar todo el respaldo, particularmente económico, para la articulación de movimientos indígena-campesinos dirigidos a desestabilizar a los gobiernos de Alan García en el Perú y de Alvaro Uribe en Colombia.
Este respaldo no se limitaría a organizaciones de carácter estrictamente social sino que incluiría a las de carácter armado, específicamente a las FARC colombianas y contemplaría también la reactivación del peruano Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). El objetivo sería la creación de un “comando insurgente” que coordine las actividades de estos grupos y que sumadas a las movilizaciones de algunas organizaciones indígenas y campesinas podrían concluir con la desestabilización de los gobiernos democráticos de García y Uribe.
En las reuniones de los “sectores sociales” efectuadas en la Casa de Campo fue visto muy activo el ex “asesor” de Alejo Véliz y ahora militante polivalente del MAS, Hugo Móldiz, que en ocasiones figura como asesor, en otras como periodista o jefe del “estado mayor de los pueblos” y en otras como activista social, a secas.
De Moldiz se sabe que estuvo estrechamente ligado con los servicios de Inteligencia cubanos pero que fue varias veces reconvenido por su falta de sutileza al hacer las cosas por lo que se le dijo que era más conveniente que se mantuviera lejos de la embajada cubana. También hace unos años viajó un par de veces a la selva colombiana como “periodista” bajo el argumento de hacer entrevistas a los jefes de las FARC.
Un tanto alejado de los cubanos Moldiz se acomodó rápidamente junto a los venezolanos que al parecer no se fijan mucho en las formas y no les importa que su injerencia en el país se haga más que evidente, además que al fin y al cabo ellos son los que están aportando el dinero para financiar peligrosas aventuras en la región, parte del cual se queda en los bolsillos de algunos eternos “activistas sociales”.
Es conocido que los miembros de las FARC y del MRTA se mueven por los países de la ALBA como pez en el agua. Solo se debe recordar la denuncia efectuada por un periódico peruano que da cuenta que el miembro del MRTA Martín Cerna Ponce, quien participó en 1995 en el secuestro del actual candidato a la presidencia Samuel Doria Medina se desplaza por diferentes países de la región utilizando un pasaporte venezolano con identidad falsa.
Hugo Moldiz era un asiduo visitante de Cerna Ponce cuando este estaba detenido en el penal de San Pedro antes de que saliera supuestamente para recibir tratamiento médico con la garantía del actual senador del MAS, Antonio Peredo y su esposa Maria Martha Gonzáles, oportunidad que aprovechó para tomar las de Villadiego. Sería interesante que las autoridades judiciales investiguen si Peredo fue sorprendido en su buena fe como aseguró o fue cómplice del terrorista para su fuga del país.
Tampoco hay que olvidar que el actual diputado del MAS José Pimentel fue un miembro activo del cártel de Cerna Ponce al extremo que tuvo la “misión” de cobrar el rescate pagado por la liberación del empresario del cemento y ahora candidato presidencial.
Moldiz y Cerna Ponce participaron en el Segundo Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana que se realizó en febrero de 2008 en Quito y varias personas aseguran que Cerna Ponce fue visto también en las frecuentes reuniones realizadas en Cochabamba. Miembros del partido que dirige Doria Medina denunciaron de manera coincidente que Cerna Ponce ingresó al país portando un pasaporte venezolano aunque como era de suponer, las autoridades del gobierno boliviano se apresuraron a ocultar el tema indicando que no conocían el asunto.
La reunión de la ALBA abundó en declaraciones rimbombantes que ninguna o poca utilidad tendrán para nuestros pueblos y que no pasan de ser parte de todo el montaje propagandístico al servicio de Hugo Chávez y su protegido Evo Morales, pero también sería conveniente prestar más atención a los aspectos oscuros y siniestros que se han “acordado” entre bambalinas y que amenazan con desencadenar en la región una escalada de violencia cuyos responsables tienen nombre y apellido.

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