Riesgo. Especialistas afirman que el consumo indiscriminado de fármacos con alcohol puede llegar a provocar la muerte. Algunas farmacias venden tranquilizantes sin receta
MEZCLA QUE PUEDE SER FATAL • En la producción, dos jóvenes recrean el consumo de alcohol con tranquilizantes.
La Razón
Accesibilidad. En algunas farmacias de La Paz se venden ansiolíticos o antidepresivos sin prescripción médica.
Efectos. La mezcla de este tipo de medicamentos con alcohol provoca cambios de ánimo inesperados en los jóvenes.
Prevención. Los expertos afirman que la buena relación entre padres e hijos es fundamental para evitar su consumo.
Una nueva droga que resulta de la mezcla de bebidas alcohólicas y ansiolíticos o antidepresivos (tranquilizantes) va penetrando en el segmento joven de la población. Se la puede preparar con un presupuesto de sólo Bs 22, pero el costo oculta los daños que puede provocar en los consumidores, entre ellos la muerte.
El uso de este tipo de estupefaciente se populariza, principalmente, entre los colegiales por su bajo costo con respecto a otras drogas. Un taxista comentó que jóvenes contratan sus servicios por horas para “tomar alcohol con pastillas a bordo, que —dijo— los vuelve locos”.
El director del Instituto Nacional de Tratamiento, Rehabilitación, Reinserción Social e Investigación en Drogodependencias (Intraid), Jorge González, informó que el consumo de esta droga se advierte entre jóvenes de 15 a 18 años, pues muchas personas en este rango de edad son internados a rehabilitación.
“Lo barato de ellas (alucinógenos) hace que las prefieran y que se conviertan en un producto de consumo regular. Compran a 12 bolivianos una botella de ron y luego estas pastillas, por 10 bolivianos. Una vez que tienen todo, las pastillas las toman junto a la bebida alcohólica; esta mezcla provoca reacciones similares a drogas como la cocaína o marihuana”, explicó.
La venta de estos medicamentos está prohibida, si es que la solicitud no está acompañada por una prescripción médica.
La Razón recorrió seis farmacias en busca de tranquilizantes; en tres los farmacéuticos se negaron a venderlos sin la receta respectiva, pero en las otras no fue así; en una, incluso ofrecieron vender una caja de 50 pastillas.
El director del Hospital de Clínicas, Eduardo Chávez, informó que en este nosocomio se atiende a adolescentes intoxicados por el consumo, precisamente “extremo, de ansiolíticos mezclados con alcohol”.
“Hay muchos jóvenes de hasta 12 años que llegan a consumir este tipo de mezclas y no se dan cuenta del riesgo que conlleva. Podrían incluso morir por tomar indiscriminadamente los ansiolíticos o antidepresivos con alcohol”, indicó el galeno.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Óscar Nina, sostuvo que los jóvenes buscan cada vez nuevas formas de experimentar con drogas y ésta puede ser una de ellas. Lo atribuye a lo fácil que resulta acceder a los fármacos y el alcohol.
El taxista que contó que colegiales contratan sus servicios por horas, detalló que una vez se pacta el costo, recorren por diferentes sitios de La Paz. En el tour consumen la mezcla de ambas drogas. “Estudiantes de colegio alquilan taxis o radiotaxis para consumir dentro alcohol y pastillas que los vuelven locos”.
Un estudiante de uno de los colegios de Ciudad Satélite, en El Alto, relató que durante una fiesta vio cómo otros muchachos usaban este tipo de droga. “Una vez vimos a unos chicos que estaban tomando ron y sacaron unas pastillas chiquitas; se las tomaron y después parecían locos, porque gritaban y cantaban en la calle”, afirmó.
Nina recomendó a los padres de familia prestar atención a lo que hacen sus hijos como única forma de prevenir el problema. “Es difícil darse cuenta cuando un joven está consumiendo este tipo de pastillas, así que el control de la familia es vital”, señaló.
Información sobre los tranquilizantes
Qué es un ansiolíticoEs un fármaco con acción depresora del sistema nervioso central, destinado a disminuir o eliminar los síntomas de la ansiedad, como taquicardia, sensación de ahogo, insomnio, pesadillas y sensación de pérdida del conocimiento. Los ansiolíticos suelen indicarse para tratar estos desórdenes, sobre todo a corto plazo. La venta de este fármaco debe ser sólo con receta médica y su consumo debe estar regido bajo el control de especialistas.
Los antidepresivosSon medicamentos prescritos para el tratamiento de las depresiones mayores, que actúan sobre la recaptación de los tres principales neurotransmisores que intervienen en la depresión. Algunos antidepresivos se usan también para el tratamiento de dolencias.
El riesgo de mezclar el alcohol con antidepresivos o ansiolíticosSi se ingiere algún tipo de fármaco con alcohol, los efectos sedantes del medicamento se intensifican. Dependiendo de la cantidad de alcohol y de las características de la persona, como su anatomía y el estado anímico en el que se encuentra, los efectos pueden ser diversos, desde mareos, cansancio y sueño hasta un exceso de euforia, según el caso. De acuerdo con los especialistas, el exceso en el consumo de este tipo de fármacos acompañados con alcohol podría provocar un estado de coma e incluso la muerte.
Cambios de humor alertan sobre una posible adicción
PELIGRO • Los adolescentes, por su necesidad de pertenencia a un grupo, no miden los riesgos. Recomiendan hablar con ellos.
Los padres de adolescentes deben vigilar el comportamiento de sus hijos permanentemente, ya que el identificar cambios de humor repentinos puede advertir oportunamente sobre el probable consumo, en este caso, de tranquilizantes con bebidas alcohólicas, explica un especialista.
El director del Instituto Nacional de Tratamiento, Rehabilitación, Reinserción Social e Inves- tigación en Drogodependencias (Intraid), Jorge González, explicó que las primeras señales para sospechar que un adolescente consume algún estupefaciente es el grado de irritabilidad y ansiedad que manifiestan.
“Es importante que el padre esté atento a los cambios repentinos en el humor de su hijo y así se evitará en el futuro una peligrosa adicción”, dijo González.
En el recorrido que realizó
La Razón por varios centros educativos de las ciudades de La Paz y El Alto, se recogió relatos de los propios colegiales que cuentan que grupos de adolescentes consumen ansiolíticos con alcohol y también marihuana.
“Son grupos populares de amigos a los que muchos quieren entrar, pero preferimos que no porque sabemos que nos puede hacer daño”, dijo un estudiante de un colegio de Ciudad Satélite.
La edad más crítica de un individuo oscila entre los 12 y 18 años. El joven se encuentra más susceptible de imitar cosas que le parecen divertidas, explicó el director del Hospital de Clínicas de La Paz, Eduardo Chávez.
“Por ello tenemos que estar pendientes, porque en esa edad el joven se encuentra con la necesidad de integrarse a un determinado grupo social, bueno o malo. Los jóvenes buscan nuevas experiencias como la mezcla de antidepresivos y bebidas alcohólicas, que se convierten en moda entre los adolescentes”, indicó.
El Director del Intraid señaló que esta nueva adicción a los ansiolíticos y al alcohol puede causar el deterioro de las neuronas. “Socialmente puede causar el abandono de los estudios, agresiones intrafamiliares e incluso la muerte”, advirtió.
La droga agrava estados de ánimo
EFECTOS • Una depresión podría terminar con intentos o suicidios.
Las sensaciones que provoca el consumo de ansiolíticos con alcohol varían y se agudizan en función del estado de ánimo de la persona que lo consume, explicó el director del Instituto Nacional de Tratamiento, Rehabilitación, Reinserción Social e Investigación en Drogodependencias (Intraid), Jorge González.
“En el caso de que el joven se encuentre eufórico, cuando consume la mezcla peligrosa de un ansiolítico y una bebida alcohólica, esta euforia aumenta hasta parecer casi una locura. El joven empieza a hablar incoherencias y se ríe a cada momento o se molesta de todo”, sostuvo.
La adolescencia es una de las etapas más frágiles del ser humano y, por ello, se busca la compañía de una pareja. En esta etapa, una depresión podría ser fatal al momento de ingerir la droga.
“Por ejemplo, si uno de estos jóvenes sufre de alguna depresión o abandono de su pareja, consumir esta droga podría causar fatales sucesos como agresión o intento de suicidio”, dijo. Evitó precisar el número de internos que llegaron al centro Intraid por consumir estas drogas.
El director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Óscar Nina, aseguró que los efectos del consumo de esta mezcla son similares a droga como la marihuana o la cocaína. “Estamos hablando de una droga y, si se la ingiere indiscriminadamente, puede convertirse en una grave adicción”, advirtió.
Algunas farmacias venden tranquilizantes sin receta
Recorrido • Una farmacéutica ofreció vender una caja de 50 pastillas.
• CONSUMO DE DROGAS • Los especialistas alertan que los jóvenes buscan experimentar con nuevos estupefacientes.
“La caja está en 100 bolivianos, contiene 50 pastillas, ¿se va a llevar?”. Esa fue la respuesta que dio una farmacéutica cuando se le consultó si tenía tranquilizantes. Inmediatamente se le preguntó si no era necesaria una receta médica y respondió: “No se preocupe, no necesita receta”.
A pesar de la prohibición para expender fármacos como ansiolíticos y antidepresivos sin prescripción médica, farmacias de la ciudad de La Paz infringen la norma, por lo que la Prefectura anunció sanciones severas.
“Todas las farmacias deben vender cualquier medicamento fuerte sólo con receta médica, y al momento de entregarla se deben quedar con esa receta. Si no lo hacen, están poniendo en riesgo la salud de la población”, afirmó el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) La Paz, Primo González.
Una de las razones que, según el director del Hospital de Clínicas, Eduardo Chávez, lleva a que los adolescentes de entre 12 y 18 años consuman ansiolíticos o antidepresivos mezclados con alcohol, es, precisamente, su fácil acceso en el mercado legal.
“Los farmacéuticos deben tomar conciencia y evitar vender medicamentos a menores de edad. Los muchachos saben que es fácil conseguir estos medicamentos, por eso los consumen. Si no les vendemos, evitaremos que caigan en un mundo de adicción”, reflexionó Chávez.
Los antidepresivos y ansiolíticos son medicamentos que, según los expertos, requieren para su compra una prescripción médica porque sólo un especialista puede guiar su consumo.
“Estos medicamentos tienen compuestos muy fuertes, que si bien se utilizan para controlar trastornos como la ansiedad, podrían acarrear consecuencias funestas, como una severa intoxicación, un paro respiratorio o la muerte si se consumen sin prescripción médica”, explicó Fernando Liendo, farmacólogo.
El Director del Sedes informó que se realizan operativos periódicos para verificar que medicamentos de este tipo se vendan previa presentación de una receta médica firmada y sellada por el respectivo médico.
“Ademas verificamos que las recetas no sean falsificadas y lleven, insistió, la firma de médicos legalmente establecidos”.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Óscar Nina, señaló que el éxtasis es otra de las drogas que se consumen en el mercado interno.
Sin embargo, su costo es elevado y su compra y consumo se restringe a grupos con un nivel social acomodado.
En otros países
Argentina • Las estadísticas oficiales en ese país muestran que el consumo de fármacos aumentó en un 20% en cuatro años, porque los compran sin prescripción médica.
En Chile • Según un estudio, los adolescentes comparten antibióticos que alguno de sus compañeros adquirió bajo receta médica. Lo hacen para evitar ir al médico.
MEZCLA QUE PUEDE SER FATAL • En la producción, dos jóvenes recrean el consumo de alcohol con tranquilizantes.
La Razón
Accesibilidad. En algunas farmacias de La Paz se venden ansiolíticos o antidepresivos sin prescripción médica.
Efectos. La mezcla de este tipo de medicamentos con alcohol provoca cambios de ánimo inesperados en los jóvenes.
Prevención. Los expertos afirman que la buena relación entre padres e hijos es fundamental para evitar su consumo.
Una nueva droga que resulta de la mezcla de bebidas alcohólicas y ansiolíticos o antidepresivos (tranquilizantes) va penetrando en el segmento joven de la población. Se la puede preparar con un presupuesto de sólo Bs 22, pero el costo oculta los daños que puede provocar en los consumidores, entre ellos la muerte.
El uso de este tipo de estupefaciente se populariza, principalmente, entre los colegiales por su bajo costo con respecto a otras drogas. Un taxista comentó que jóvenes contratan sus servicios por horas para “tomar alcohol con pastillas a bordo, que —dijo— los vuelve locos”.
El director del Instituto Nacional de Tratamiento, Rehabilitación, Reinserción Social e Investigación en Drogodependencias (Intraid), Jorge González, informó que el consumo de esta droga se advierte entre jóvenes de 15 a 18 años, pues muchas personas en este rango de edad son internados a rehabilitación.
“Lo barato de ellas (alucinógenos) hace que las prefieran y que se conviertan en un producto de consumo regular. Compran a 12 bolivianos una botella de ron y luego estas pastillas, por 10 bolivianos. Una vez que tienen todo, las pastillas las toman junto a la bebida alcohólica; esta mezcla provoca reacciones similares a drogas como la cocaína o marihuana”, explicó.
La venta de estos medicamentos está prohibida, si es que la solicitud no está acompañada por una prescripción médica.
La Razón recorrió seis farmacias en busca de tranquilizantes; en tres los farmacéuticos se negaron a venderlos sin la receta respectiva, pero en las otras no fue así; en una, incluso ofrecieron vender una caja de 50 pastillas.
El director del Hospital de Clínicas, Eduardo Chávez, informó que en este nosocomio se atiende a adolescentes intoxicados por el consumo, precisamente “extremo, de ansiolíticos mezclados con alcohol”.
“Hay muchos jóvenes de hasta 12 años que llegan a consumir este tipo de mezclas y no se dan cuenta del riesgo que conlleva. Podrían incluso morir por tomar indiscriminadamente los ansiolíticos o antidepresivos con alcohol”, indicó el galeno.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Óscar Nina, sostuvo que los jóvenes buscan cada vez nuevas formas de experimentar con drogas y ésta puede ser una de ellas. Lo atribuye a lo fácil que resulta acceder a los fármacos y el alcohol.
El taxista que contó que colegiales contratan sus servicios por horas, detalló que una vez se pacta el costo, recorren por diferentes sitios de La Paz. En el tour consumen la mezcla de ambas drogas. “Estudiantes de colegio alquilan taxis o radiotaxis para consumir dentro alcohol y pastillas que los vuelven locos”.
Un estudiante de uno de los colegios de Ciudad Satélite, en El Alto, relató que durante una fiesta vio cómo otros muchachos usaban este tipo de droga. “Una vez vimos a unos chicos que estaban tomando ron y sacaron unas pastillas chiquitas; se las tomaron y después parecían locos, porque gritaban y cantaban en la calle”, afirmó.
Nina recomendó a los padres de familia prestar atención a lo que hacen sus hijos como única forma de prevenir el problema. “Es difícil darse cuenta cuando un joven está consumiendo este tipo de pastillas, así que el control de la familia es vital”, señaló.
Información sobre los tranquilizantes
Qué es un ansiolíticoEs un fármaco con acción depresora del sistema nervioso central, destinado a disminuir o eliminar los síntomas de la ansiedad, como taquicardia, sensación de ahogo, insomnio, pesadillas y sensación de pérdida del conocimiento. Los ansiolíticos suelen indicarse para tratar estos desórdenes, sobre todo a corto plazo. La venta de este fármaco debe ser sólo con receta médica y su consumo debe estar regido bajo el control de especialistas.
Los antidepresivosSon medicamentos prescritos para el tratamiento de las depresiones mayores, que actúan sobre la recaptación de los tres principales neurotransmisores que intervienen en la depresión. Algunos antidepresivos se usan también para el tratamiento de dolencias.
El riesgo de mezclar el alcohol con antidepresivos o ansiolíticosSi se ingiere algún tipo de fármaco con alcohol, los efectos sedantes del medicamento se intensifican. Dependiendo de la cantidad de alcohol y de las características de la persona, como su anatomía y el estado anímico en el que se encuentra, los efectos pueden ser diversos, desde mareos, cansancio y sueño hasta un exceso de euforia, según el caso. De acuerdo con los especialistas, el exceso en el consumo de este tipo de fármacos acompañados con alcohol podría provocar un estado de coma e incluso la muerte.
Cambios de humor alertan sobre una posible adicción
PELIGRO • Los adolescentes, por su necesidad de pertenencia a un grupo, no miden los riesgos. Recomiendan hablar con ellos.
Los padres de adolescentes deben vigilar el comportamiento de sus hijos permanentemente, ya que el identificar cambios de humor repentinos puede advertir oportunamente sobre el probable consumo, en este caso, de tranquilizantes con bebidas alcohólicas, explica un especialista.
El director del Instituto Nacional de Tratamiento, Rehabilitación, Reinserción Social e Inves- tigación en Drogodependencias (Intraid), Jorge González, explicó que las primeras señales para sospechar que un adolescente consume algún estupefaciente es el grado de irritabilidad y ansiedad que manifiestan.
“Es importante que el padre esté atento a los cambios repentinos en el humor de su hijo y así se evitará en el futuro una peligrosa adicción”, dijo González.
En el recorrido que realizó
La Razón por varios centros educativos de las ciudades de La Paz y El Alto, se recogió relatos de los propios colegiales que cuentan que grupos de adolescentes consumen ansiolíticos con alcohol y también marihuana.
“Son grupos populares de amigos a los que muchos quieren entrar, pero preferimos que no porque sabemos que nos puede hacer daño”, dijo un estudiante de un colegio de Ciudad Satélite.
La edad más crítica de un individuo oscila entre los 12 y 18 años. El joven se encuentra más susceptible de imitar cosas que le parecen divertidas, explicó el director del Hospital de Clínicas de La Paz, Eduardo Chávez.
“Por ello tenemos que estar pendientes, porque en esa edad el joven se encuentra con la necesidad de integrarse a un determinado grupo social, bueno o malo. Los jóvenes buscan nuevas experiencias como la mezcla de antidepresivos y bebidas alcohólicas, que se convierten en moda entre los adolescentes”, indicó.
El Director del Intraid señaló que esta nueva adicción a los ansiolíticos y al alcohol puede causar el deterioro de las neuronas. “Socialmente puede causar el abandono de los estudios, agresiones intrafamiliares e incluso la muerte”, advirtió.
La droga agrava estados de ánimo
EFECTOS • Una depresión podría terminar con intentos o suicidios.
Las sensaciones que provoca el consumo de ansiolíticos con alcohol varían y se agudizan en función del estado de ánimo de la persona que lo consume, explicó el director del Instituto Nacional de Tratamiento, Rehabilitación, Reinserción Social e Investigación en Drogodependencias (Intraid), Jorge González.
“En el caso de que el joven se encuentre eufórico, cuando consume la mezcla peligrosa de un ansiolítico y una bebida alcohólica, esta euforia aumenta hasta parecer casi una locura. El joven empieza a hablar incoherencias y se ríe a cada momento o se molesta de todo”, sostuvo.
La adolescencia es una de las etapas más frágiles del ser humano y, por ello, se busca la compañía de una pareja. En esta etapa, una depresión podría ser fatal al momento de ingerir la droga.
“Por ejemplo, si uno de estos jóvenes sufre de alguna depresión o abandono de su pareja, consumir esta droga podría causar fatales sucesos como agresión o intento de suicidio”, dijo. Evitó precisar el número de internos que llegaron al centro Intraid por consumir estas drogas.
El director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Óscar Nina, aseguró que los efectos del consumo de esta mezcla son similares a droga como la marihuana o la cocaína. “Estamos hablando de una droga y, si se la ingiere indiscriminadamente, puede convertirse en una grave adicción”, advirtió.
Algunas farmacias venden tranquilizantes sin receta
Recorrido • Una farmacéutica ofreció vender una caja de 50 pastillas.
• CONSUMO DE DROGAS • Los especialistas alertan que los jóvenes buscan experimentar con nuevos estupefacientes.
“La caja está en 100 bolivianos, contiene 50 pastillas, ¿se va a llevar?”. Esa fue la respuesta que dio una farmacéutica cuando se le consultó si tenía tranquilizantes. Inmediatamente se le preguntó si no era necesaria una receta médica y respondió: “No se preocupe, no necesita receta”.
A pesar de la prohibición para expender fármacos como ansiolíticos y antidepresivos sin prescripción médica, farmacias de la ciudad de La Paz infringen la norma, por lo que la Prefectura anunció sanciones severas.
“Todas las farmacias deben vender cualquier medicamento fuerte sólo con receta médica, y al momento de entregarla se deben quedar con esa receta. Si no lo hacen, están poniendo en riesgo la salud de la población”, afirmó el director del Servicio Departamental de Salud (Sedes) La Paz, Primo González.
Una de las razones que, según el director del Hospital de Clínicas, Eduardo Chávez, lleva a que los adolescentes de entre 12 y 18 años consuman ansiolíticos o antidepresivos mezclados con alcohol, es, precisamente, su fácil acceso en el mercado legal.
“Los farmacéuticos deben tomar conciencia y evitar vender medicamentos a menores de edad. Los muchachos saben que es fácil conseguir estos medicamentos, por eso los consumen. Si no les vendemos, evitaremos que caigan en un mundo de adicción”, reflexionó Chávez.
Los antidepresivos y ansiolíticos son medicamentos que, según los expertos, requieren para su compra una prescripción médica porque sólo un especialista puede guiar su consumo.
“Estos medicamentos tienen compuestos muy fuertes, que si bien se utilizan para controlar trastornos como la ansiedad, podrían acarrear consecuencias funestas, como una severa intoxicación, un paro respiratorio o la muerte si se consumen sin prescripción médica”, explicó Fernando Liendo, farmacólogo.
El Director del Sedes informó que se realizan operativos periódicos para verificar que medicamentos de este tipo se vendan previa presentación de una receta médica firmada y sellada por el respectivo médico.
“Ademas verificamos que las recetas no sean falsificadas y lleven, insistió, la firma de médicos legalmente establecidos”.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), coronel Óscar Nina, señaló que el éxtasis es otra de las drogas que se consumen en el mercado interno.
Sin embargo, su costo es elevado y su compra y consumo se restringe a grupos con un nivel social acomodado.
En otros países
Argentina • Las estadísticas oficiales en ese país muestran que el consumo de fármacos aumentó en un 20% en cuatro años, porque los compran sin prescripción médica.
En Chile • Según un estudio, los adolescentes comparten antibióticos que alguno de sus compañeros adquirió bajo receta médica. Lo hacen para evitar ir al médico.
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