Por FLORA CHARNER
The Associated Press
RIO DE JANEIRO -- Dos policías murieron y cuatro resultaron heridos cuando un helicóptero fue derribado el sábado mientras sobrevolaba una barriada pobre en un cerro de Río de Janeiro, en medio de un tiroteo entre bandas de narcotraficantes que también dejó muertos a 10 presuntos pandilleros y lesionados a dos transeúntes, dijeron las autoridades.
Apenas dos semanas después de que Río fue designada como anfitriona de los Juegos Olímpicos de 2016, el helicóptero fue baleado sobre el Morro dos Macacos en el norte de la ciudad y debió hacer un aterrizaje de emergencia en un campo de fútbol cercano, luego de que el piloto fue herido en una pierna.
"El piloto consiguió hacer un aterrizaje forzoso pero infelizmente no todos se pudieron salvar", dijo en rueda de prensa el coronel Mario Sergio Duarte, jefe de la policía militar del estado de Rio de Janeiro.
Precisó que además de los dos agentes muertos, cuatro de los ocupantes lograron salvarse con lesiones: el piloto y el segundo oficial tenían quemaduras y heridas de bala y otros dos agentes sufrieron quemaduras, uno de ellos de gravedad.
Las autoridades no sabían si los pandilleros habían disparado contra el helicóptero o si éste recibió balas perdidas, pero el suceso demostró los problemas de seguridad que han acosado a la segunda mayor ciudad brasileña durante décadas.
A pesar de los hechos violentos, funcionarios locales defendieron la capacidad de la ciudad para controlar la situación antes de las Olimpíadas del 2016 y del Mundial de fútbol de 2014, en el que Río será una de las sedes.
"Al elegir la ciudad, ellos ya sabían del trabajo que se ha estado realizando y que continuará en el área de prevención", dijo el ministro de Justicia Tarso Genro al servicio de noticias estatal Agencia Brasil.
El gobernador del estado de Río, Sergio Cabral, dijo amargamente a los periodistas que los problemas de seguridad de la ciudad no se pueden resolver "con magia en el corto plazo" y aseguró que las autoridades lanzarán operaciones masivas de seguridad para los eventos deportivos.
"Le dijimos al Comité Olímpico Internacional que no es una acción simple, ellos lo saben", dijo Cabral. "Podemos colocar a 40.000 personas en las calles -policías federales, estatales y municipales- y hacer el evento".
Duarte dijo que no era probable que los traficantes hubieran disparado un cohete antiaéreo al helicóptero aunque armas de ese tipo se han encontrado en los escondites de los criminales de Río en el pasado, al igual que otros armamentos pesados.
"Por la forma en que el piloto logró aterrizar no parece que haya sido atacado con un misil, tiene que haber sido un disparo de bala, pero es prematuro para saber qué tipo de bala", dijo.
La policía dijo que diez presuntos criminales murieron en los enfrentamientos y dos pobladores de la zona fueron heridos sin gravedad.
Al menos ocho autobuses fueron incendiados en barriadas cercanas. Los canales de televisión mostraban a conductores que huían para cubrirse en medio del fuego de armas automáticas en pleno día, en las peores escenas de violencia que la ciudad ha visto en varios meses.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario